Oliver Kahn pasó siete años ejerciendo de portero en el equipo de su ciudad natal, el Karlsruher SC, hasta que, en 1994, fichó por el Bayern de Múnich. Ese mismo año, en la Copa del Mundo, ocupó el puesto de tercer portero y no debutó como internacional hasta junio de 1995, en partido contra Suiza. En la Eurocopa 96 y en la Copa del Mundo de 1998, Kahn fue suplente, detrás de Andreas Köpke.
Se trata de un dedicado entrenador, cuya obsesiva entrega en el campo es legendaria, habiendo llegado incluso a atacar a uno de sus jugadores ¡por tardar en salir del área de penalti! Gracias a su determinación y profesionalidad se ha ganado el respeto general y sus grandes actuaciones han sido un factor clave en el nuevo dominio del Bayern de Múnich en la Bundesliga